En una entrada anterior se explicaba la figura de la mula bancaria. Su papel como cooperador necesario en diversos delitos y el riesgo de enfrentar responsabilidades penales incluso sin tener intención de participar en ellos. Una modalidad de utilización de terceros como mulas bancarias se está extendiendo en el mercado inmobiliario aprovechando el deseo de vender lo antes y mejor posible. Utiliza como cebo los anuncios de venta en portales inmobiliarios.
El vendedor recibe una respuesta a su anuncio por parte de una persona residente en el extranjero. Este se identifica como alto directivo de una empresa que va a trasladar su residencia para abrir una delegación de su compañía en España. Le expondrá que el inmueble objetivo es absolutamente perfecto para sus propósitos. Que desea reservar inmediatamente la venta abonando en concepto de señal una cantidad lo suficientemente importante para no dejar dudas de su interés. Además, pide concertar una cita para la firma del contrato de compraventa en días posteriores. El vendedor, desarmado por la buena suerte que acaba de tener, facilita rápidamente al interesado los datos de su cuenta para recibir el importe de la señal.
A las pocas horas de recibir el ingreso en su cuenta el vendedor recibirá otro email. El futuro comprador le notifica, alegando motivos laborales, de salud o de otra índole, que no va a poder finalmente trasladarse a España y por lo tanto tampoco comprar el inmueble. Se deshará en disculpas y lamentos por su mala suerte al perder la ocasión de comprar tan bonito inmueble. Finalmente solicitará al vendedor que le devuelva el importe de la señal. Acepta de buen grado que el vendedor se quede con una jugosa cantidad en concepto de penalización. Para ello facilita para la transferencia los datos de una cuenta bancaria en su pretendido país de origen.
Estos son textos de correo electrónico de un caso real
En este archivo adjunto se reproducen los textos de correos electrónicos de un caso real, que ilustran bastante bien la forma de operar en esta forma de estafa electrónica. Tanto la expresión general utilizada de mala traducción al castellano como la secuencia de la historia están perfectamente diseñados para desarmar a su destinatario.
También puede haber riesgo para la integridad física
Este procedimiento delictivo, por su aparente falta de malicia, supone un grave peligro para personas que, en un exceso de confianza e inocencia, puedan llegar hasta el final del proceso y utilicen su cuenta bancaria para cometer un fraude sin saberlo. Y puede ser aún más peligroso si quien recibe esa importante cantidad de dinero en su cuenta decidiera cometer la grave imprudencia de no devolverlo, pensando que el origen del dinero y de la persona que lo envía es tan lejano como aparenta.
Los investigadores de delitos económicos saben que los autores de este delito no envían semejante suma de dinero sin conocer bastante bien al posible incauto escogido para su intento de estafa. Están muy cerca, han realizado una amplia investigación con los datos obtenidos a través de los anuncios en los portales de venta. Conocen bien sus circunstancias personales y familiares, y si el intento de estafa no sale como ellos pretenden utilizarán cualquier otro medio para recuperar su dinero, por las buenas, por las malas o por las peores.
Si es tu cuenta es tu delito
Para comprender el alcance del peligro y la responsabilidad a la que se expone la mula bancaria es esclarecedor el eslogan de la campaña denominada #YourAccountYourCrime (Es tu cuenta, es tu delito) que INTERPOL lanzó para sensibilizar sobre el fenómeno de las mulas bancarias y proporcionar consejos para no dejarse manipular. Aquí están los cuatro modos más utilizados por las organizaciones delictivas para reclutar a mulas bancarias:
- Falsa propuesta de trabajo: Los delincuentes atraen a personas con la promesa de ganar dinero, ofreciéndoles un trabajo sin proporcionar información sobre la empresa.
- Estafas sentimentales: Las personas son contactadas a través de redes sociales o plataformas de citas en línea.
- Estafas de inversión: Se les propone una inversión que promete beneficios fáciles.
- Estafas de usurpación de identidad: Las personas reciben llamadas o mensajes de empresas ficticias que solicitan sus datos personales o bancarios.
Recuerda que ser una mula bancaria conlleva riesgos significativos, tanto para las autoridades y las instituciones financieras como para los individuos inocentes y la estabilidad del sistema financiero en su conjunto. ¡No te dejes manipular!
Si quieres saber más sobre este tema, aqui te dejo enlaces interesantes:
Mulas bancarias – ¿Qué riesgo hay?
Mulas bancarias: ¡Cuidado si te piden que transfieras dinero!